Hablemos de... Reputación

¿Todos tenemos una marca personal? Si, eso ya lo tenemos claro; todo lo que proyectamos consciente o inconscientemente es parte de ella.

Pero la gran pregunta es… ¿Qué piensan los demás de nosotros? Esto es un fenómeno de percepción pública que se deriva de los espacios que tenemos en la actualidad como el internet. Y más allá de lo que nosotros decimos es qué publican las otras personas de ti, o sobre ti. Lastimosamente, la gran mayoría de las personas que se acercan para trabajar en su Marca Personal se encuentran con una Crisis Reputacional, o al filo de que les pase alguna.

Por qué es importante nuestra Reputación

En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, la reputación de nuestra marca personal se ha convertido en un activo invaluable. Desde el ámbito profesional hasta el personal, la forma en que somos percibidos por los demás puede influir en nuestras oportunidades y relaciones. La reputación es el pilar sobre el cual se construye una marca personal sólida. Es el reflejo de nuestra credibilidad, confiabilidad y autenticidad. Una buena reputación puede abrir puertas, generar oportunidades profesionales y fortalecer relaciones comerciales. Por otro lado, una reputación negativa puede obstaculizar el progreso y dañar nuestras aspiraciones.

¿Y todo esto en qué afecta? Pues en nuestra vida personal, en nuestras relaciones sociales, si tienes un negocio puede significar más ventas o recomendaciones, y hasta en que te busquen para ofrecerte oportunidades laborales. 

Hoy esto se vuelve más complejo si consideramos que tenemos que considerar la reputación offline y también la online que llega antes que tú y posibilita crear, fortalecer y proyectar la identidad en el entorno digital.

Para conocer la importancia de la reputación tenemos que revisar varios estudios que han mostrado que cerca del 60% de los empleadores revisa tus redes sociales antes de contratarte, y que un 15% de personas han sido descartadas por sus redes sociales incluso cuando prácticamente el trabajo era suyo.

Como nos comenta Nilton Navarrro en sus 15 Minutos al Rojo Vivo, los reclutadores revisan en tus redes sociales:

  • Primero, la coherencia entre lo que dijiste en tu entrevista o en tu CV y lo que publicas; 

  • Segundo, fotos y videos, ya sabemos que una imagen dice más de mil palabras; 

  • Tercero, tus opiniones, pero opiniones radicales, por ejemplo de orientación sexual o religiosas; 

  • Cuarto falta de respeto, y sobre todo si afectan a tus jefes o compañeros de trabajo;

  • Y quinto, faltas ortográficas graves y continuas, la informalidad de las redes no autoriza a ese tipo de errores, que a nivel profesional si son importantes por que te muestran descuidados.

Así que si eres de lo que piensas que puedes publicar cualquier cosa, debes saber que también serás responsable de sus consecuencias.

Por eso, cuando decimos que todos dejamos esa huella que se llama marca personal, aunque no lo deseamos, pues una parte muy importante de esto es la reputación digital.

QUÉ ES LA REPUTACION DIGITAL

En la era digital, nuestra reputación se extiende más allá de nuestras interacciones en el mundo real; se entrelaza profundamente con nuestra presencia en línea. La reputación digital es el reflejo de cómo somos percibidos en el vasto ecosistema digital, desde nuestras interacciones en redes sociales hasta nuestras contribuciones en foros en línea y reseñas en sitios web.

Es esencial entender que nuestra reputación digital es mucho más que la suma de nuestras publicaciones en redes sociales. Incluye la forma en que nos presentamos en línea, la calidad de nuestras interacciones y la coherencia entre nuestra identidad digital y nuestra identidad fuera de línea. En resumen, nuestra reputación digital abarca cómo nos representamos y cómo somos percibidos en el mundo virtual.

Proteger nuestra reputación digital implica ser conscientes de nuestra huella en línea y tomar medidas proactivas para gestionarla. Esto incluye:

  1. Control de la Privacidad: Asegurarnos de que nuestras configuraciones de privacidad en redes sociales y otros sitios en línea estén correctamente ajustadas para proteger nuestra información personal y profesional.

  2. Gestión de Contenidos: Ser selectivos con lo que compartimos en línea, asegurándonos de que nuestras publicaciones y comentarios reflejen nuestros valores y contribuyan positivamente a nuestra imagen digital.

  3. Respuesta a Comentarios: Estar atentos a los comentarios y críticas que recibimos en línea y responder de manera oportuna y constructiva. Esto demuestra responsabilidad y compromiso con nuestra reputación en línea.

  4. Monitorización Continua: Mantenernos al tanto de lo que se dice de nosotros en línea mediante el uso de herramientas de monitoreo de reputación y buscadores web. Esto nos permite abordar cualquier problema de manera proactiva y mantenernos al tanto de nuestra imagen digital.

  5. Desarrollo de una Marca Personal Coherente: Asegurarnos de que nuestra presencia en línea esté alineada con nuestra marca personal y valores, construyendo una imagen digital coherente y auténtica.

En resumen, la reputación digital es una parte integral de nuestra identidad en línea y tiene un impacto significativo en nuestras oportunidades profesionales y personales. Al ser conscientes de nuestra presencia en línea y tomar medidas para gestionar nuestra reputación digital, podemos proteger y fortalecer nuestra imagen en el mundo digital.

QUÉ DEBEMOS HACER

En la actualidad hablamos de una identidad híbrida que se consolida a través de la congruencia, lo que genera credibilidad, que al final de cuentas es la espina dorsal de tu reputación.

Si en algún momento esta reputación está en peligro, te dejamos unos principios básicos que debes poner en práctica: 

  • Primero, no te asustes, el primer error es correr a borrar la publicación, muchas veces eso se puede entender como aceptación de culpa. Siempre piensa dos veces antes de actuar y si es posible asesórate con expertos o personas que puedan ver la situación sin pasiones.

  • Segundo, si hay un error, reconócelo, con humildad y sin excusas. Debes ofrecer disculpas sinceras. Siempre será mejor decir qué vas a hacer para corregir el error y actuar de inmediato.

  • Tercero, si es información mal intencionada, rectifícala, con argumentos y pruebas, no pasiones ni excusas.

  • En caso de una crisis de reputación el tip principal es personalizar tu comunicación, eso te dará más posibilidades de éxito

  • Cuarto, y para evitar esta lista lo más importante es publicar con conciencia.

Te invito a escuchar nuestro podcast, Entre un Ángel y un Demonio para que profundices más sobre el tema de Reputación desde el purgatorio Virtual.

CONCLUSION

En última instancia, la reputación de tu marca personal es un activo valioso que requiere cuidado y atención constantes. Al construir y proteger una reputación positiva, no solo aumentas tus oportunidades profesionales, sino que también fortaleces tu impacto en el mundo que te rodea. Recuerda que cada interacción y decisión contribuye a la percepción que otros tienen de ti, así que elige sabiamente y trabaja diligentemente para cultivar una reputación que refleje lo mejor de ti.